CIUDAD SIN BARRERAS
- Enfoque Sensorial
- 16 may 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 18 may 2024
En el Perú, más del 52% de personas con discapacidad visual viven en áreas urbanas. Según el INEI, los lugares con mayores problemas de accesibilidad son los establecimientos de salud (29.3%), paraderos (23.0%), y mercados (21.3%).
Lima, una ciudad bulliciosa y diversa, enfrenta importantes desafíos en términos de accesibilidad urbana para personas con discapacidad visual. Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) del Perú, 801 mil personas en el país presentan limitaciones permanentes para ver, y más del 52% reside en áreas urbanas, donde la falta de accesibilidad se convierte en un obstáculo cotidiano para muchas personas con discapacidad visual.
Las causas de estas limitaciones visuales son diversas y afectan a diferentes segmentos de la población. Según las estadísticas, el 51.3% de las personas con discapacidad visual experimentan estas dificultades debido a la edad avanzada, mientras que el 12.1% está relacionado con enfermedades crónicas, y un porcentaje menor es resultado de condiciones genéticas o accidentes.
Alberto Gutiérrez, de 55 años, es un ejemplo vivo de los desafíos que enfrentan las personas con discapacidad visual en Lima. Hace 15 años, perdió la vista debido a complicaciones después de una operación por cataratas en el Hospital de Solidaridad, ubicado en Av. Manco Capac 218, La Victoria. Desde entonces, ha tenido que adaptarse a moverse por las calles de Lima, una tarea que el describe como un desafío constante.
“Ingresé al hospital con la esperanza de una operación que corrigiera mi visión borrosa”, recuerda Gutiérrez. “Desafortunadamente, terminó perdiendo la visión en ambos ojos debido a complicaciones”. Está experiencia marcó un punto de inflexión en la vida de Gutierrez, quien se vio obligado a aprender a navegar por las calles de Lima utilizando sus otros sentidos.
Gutiérrez se gana la vida cantando en las estaciones del tren, una actividad que requiere una gran valentía y adaptabilidad. Conoce cada rincón y cada obstáculo de las calles de Lima gracias a los olores, sonidos y texturas que experimenta diariamente. “Para mi reconocer mi entorno se trata de olores, sonidos y texturas", explica. "Puedo identificar distintos lugares basándome en los olores característicos". Esta habilidad le permite ubicarse con precisión, utilizando señales sensoriales no visuales como guía. Los sonidos también son clave para Gutiérrez. Puede escuchar el tráfico, las voces de las personas o ruidos que indican la proximidad de lugares como paraderos o esquinas transitadas.
Reflexionando sobre su vida diaria, Alberto comparte con sinceridad: "Aprendí que la resiliencia es clave. Todos los días enfrento desafíos, pero mi determinación y adaptabilidad me permiten moverme con confianza por las calles". Para él, la esperanza de un futuro más inclusivo es una llama que nunca se apaga: "Espero que algún día Lima sea un lugar más accesible para todos. Quiero ver rampas, señales táctiles y una mayor conciencia sobre la importancia de la inclusión en nuestra sociedad".
Además de las experiencias personales como la de Gutiérrez, según datos del INEI, los establecimientos de salud representan el lugar con el mayor porcentaje de dificultad, con un alarmante 29.3%. Estos datos revelan la urgente necesidad de abordar las barreras físicas y estructurales que impiden la participación plena en la vida urbana para las personas con discapacidad visual. Para comprender mejor la magnitud de este desafío, es crucial analizar en detalle los diferentes lugares donde se enfrentan dificultades de acceso.
Aquí podrás observar los lugares donde las personas con discapacidad tienen dificultades para acceder:

Lima Inclusiva
A pesar de la existencia de normativas como la Ley de Presupuesto Fiscal 2023, que establece la obligación de destinar el 1% de los presupuestos a la atención de personas con discapacidad, el cumplimiento de esta ley es prácticamente nulo en las políticas de inversión de las autoridades regionales y municipales. Según datos proporcionados, únicamente el 44% de los gobiernos, es decir, 11 de los 25 gobiernos informaron sobre su avance en este aspecto. Esta falta de cumplimiento dificulta la movilidad e independencia de este sector de la población, al carecer de rutas accesibles, superficies adecuadas, puertas, rampas y barandas.
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) señala que el 39.87% de las personas con discapacidad en Lima no cuenta con el apoyo necesario para sus actividades diarias. Esta falta de accesibilidad y diseño inclusivo no se limita a espacios físicos y transporte público; también afecta otros aspectos cruciales de la vida diaria, como la señalización en calles y cruces peatonales. Para mejorar la infraestructura urbana y garantizar accesibilidad, es esencial adoptar estándares de diseño universal que se ajusten a las necesidades de las personas con discapacidad.
El Reglamento de Accesibilidad en Espacios Públicos establece importantes disposiciones para garantizar la accesibilidad universal, como pendientes máximas en rampas, franjas podo táctiles y señales auditivas en semáforos. En Lima Metropolitana, se implementa una Ordenanza Municipal que busca mejorar la accesibilidad y promover la inclusión en espacios públicos, introduciendo medidas como planos táctiles y señales sonoras.
En el ámbito digital, la ordenanza promueve portales web accesibles con formatos adaptados. La Oficina Municipal de Atención a la Persona con Discapacidad (Omaped) desempeña un papel fundamental al promover programas que garanticen derechos e igualdad de oportunidades. En última instancia, la ordenanza establece un régimen de adecuación gradual para los establecimientos, permitiendo que se adapten progresivamente para cumplir con estándares de accesibilidad e inclusión.
Con la implementación efectiva de medidas de accesibilidad y una mayor conciencia sobre la importancia de la inclusión, podemos trabajar juntos para construir una ciudad donde todos, incluido Alberto y aquellos en situaciones similares, puedan moverse con libertad y dignidad por las calles de Lima. La realidad es que las barreras físicas y sociales pueden tener un impacto devastador en la vida diaria de las personas con discapacidad, limitando su acceso a oportunidades y debilitando su sentido de pertenencia en la sociedad. Los testimonios como el de Alberto nos recuerdan la urgencia de abordar estas cuestiones y construir un futuro donde la inclusión y la accesibilidad sean la norma, no la excepción.

Personas con discapacidad visual luchan contra la escasa accesibilidad urbana en Lima, donde solo el 44% de los gobiernos locales han avanzado en políticas de accesibilidad. Fuente: Infobae
Escucha la transcripción aquí:
• Redactado por: Andrea Santa Cruz
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