PUENTES SILENCIOSOS
- Enfoque Sensorial
- 10 may 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 23 may 2024
Según el último Censo Nacional en 2017, solo hay 23 interpretes registrados en Asisep para 232 mil 176 personas sordas en el país. La falta de interés y barreras sociales son las principales razones de este déficit.
Existen alrededor de 70 millones de personas sordas en todo el mundo según la Federación Mundial de Sordos. Entre niños, jóvenes, adultos y adultos mayores, existe la intención de salir adelante pese a su discapacidad, teniendo la lengua de señas como mejor aliada, la cual cuenta con más de 300 variantes. Sin embargo, para estas personas, tener una vida digna no es algo fácil, pues lamentablemente existe un déficit que genera que vivan limitados.
El déficit de intérpretes de lengua de señas no es una problemática exclusiva de Perú. Colombia cuenta con 600 intérpretes de lengua de señas para 555 mil personas sordas, por su parte Chile cuenta con 400 interpretes para cerca de 800 mil personas sordas y Ecuador cuenta con 60 intérpretes para 66 mil personas sordas. Cifras que dejan mal a los 23 interpretes registrados en la Asociación de Interpretes y guías intérpretes de lengua de señas del Perú (Asisep) para 232 mil 176 personas con discapacidad auditiva. Estas realidades son muy distintas al norte de Europa, por ejemplo, donde para cada diez personas sordas se cuenta con un profesional en lengua de señas.
Julia Reyes es una misionera que ofrece servicios de lengua de señas a personas con discapacidad auditiva, a través de su comunidad La Mesa del Reino, ubicado en San Miguel. Son 18 años desde que aprendió lengua de señas y decidió dedicar su vida a ser el puente entre las personas sordas y una comunicación asertiva. Julia no recibe paga por los servicios que ofrece, pues su propósito no es comercial, la lengua de señas es algo que llego a su vida y que le permitió conocer a muchas más personas.
En el año 2010 se aprobó la Ley que otora reconocimiento oficial a la lengua de señas peruana. De esta forma se buscaba que las instituciones públicas y privadas ofrezcan servicios de atención gratuita a las personas con discapacidad auditiva. Sin embargo, a día de hoy sigue presente un déficit de intérpretes que no solo impide el servicio de la educación hacia estas personas, sino también en más sectores como salud, trabajo y rutina diaria.
Sociedad Individualista
Caminando por los pasillos de la comunidad, Julia se sienta todas las tardes a pensar por qué su pasión por aprender lengua de señas y ayudar a las personas con discapacidad auditiva es complicado de ver a diario en las demás personas. Es allí cuando muchas razones vienen a su mente como la falta de tiempo, la poca concientización, la cultura, entre otros factores más. Lo cierto es, que la cultura podría considerarse como uno de los principales responsables de esto.
Para Cesar Mauro, psicólogo con 20 años de experiencia en comportamiento social, el individualismo es un factor cultural muy profundo, un factor que sigue siendo muy evidente a pesar del paso de los años. Vivimos más preocupados en la supervivencia individual que en la colectiva, generando un gran malestar en las personas el tener que aprender una nueva lengua, y más aún, masificarla. A su vez, comenta que la poca sensibilización del tema por parte del Ministerio de Educación (Minedu), provoca que aún existan prejuicios hacia estas personas.
“No hay una correcta divulgación de la importancia que tiene aprender la lengua de señas, se trata de un asunto cultural y antropológico. Por otro lado, la poca sensibilización provoca que padres que tienen a sus hijos con discapacidad auditiva le tengan miedo al qué dirán y generen traumas de como su hijo se integrara de una forma óptima a la sociedad”, afirma Mauro.
Mauro, también hace énfasis en la poca sensibilización, sobre todo en su campo de estudio. Los psicólogos solo reciben una formación en temas importantes y que estén muy relacionados con los temas de trastorno. Pero más de eso no, siempre se trata de una formación por cuenta propia para él y para los demás profesionales que quieran aprender lengua de señas.

Interprete de lengua de señas traduciendo a personas con discapacidad auditiva las palabras del funcionario de la Defensoría del Pueblo. Fuente: Defensoría del Pueblo
Un conocimiento empírico
Para Julia, su comunidad La Mesa del Reino, más que un trabajo no remunerado es un estilo de vida. A pesar de que la formación de intérpretes no sea oficial en el Perú, esta comunidad ofrece talleres de lengua de señas, dos veces por semana, los cuales están divididos en tres módulos: básico, intermedio y avanzado, teniendo un precio de S/.120, un precio por debajo del promedio actual de talleres, los cuales oscilan entre los S/.150 y S/.200. Julia expresa su tristeza y preocupación por la poca cantidad de intérpretes en el Perú, pues genera otra barrera para las personas que lo requieren. “Debido a los pocos interpretes calificados por la comunidad de sordos, los que hay quieren ganar mucho dinero, por lo que piden hasta S/.100 la hora”, declara Reyes.
Lamentablemente, según el último Censo Nacional de Población y Vivienda registrado en 2017, más del 80% de personas con discapacidad auditiva no cuenta con educación básica, mientras que para 2021, el 33.3% no pudo finalizar sus estudios con una educación superior. Por ello, las condiciones laborales para estas personas no son las ideales, generando un desempleo y falta de economía en ellos. En el caso de Julia comenta que a pesar de no recibir una paga todos los años, esto nunca significo un condicionante para su voluntariado, demostrando día a día como a pesar de las trabas que se presenten en su camino, siempre continuará haciendo lo que más le gusta, transformar el lenguaje del emisor en lengua de señas.
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Redactado por: Carlos Sebastian Paucar Armijos
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