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SILENCIO PELIGROSO

El 63% de las personas con discapacidad visual habitan en la capital, donde la Municipalidad de Lima planea activar semáforos auditivos en 2024. Esta medida es vista como una luz de esperanza para los más vulnerables.

Olinda Collazos, de 71 años, vive sus días como si fueran los últimos debido a un sistema ineficiente. Ella sufre ceguera por glaucoma desde el año 2012. Desde aquella fecha, su negocio perdió el rumbo debido a su discapacidad visual que le impedía seguir vendiendo anticuchos y picarones en el parque Manhattan, cerca de la Avenida Universitaria en el distrito de Comas. En la actualidad, Olinda trabaja todos los lunes, martes y miércoles, vendiendo porciones de picarones y anticuchos con ayuda de su amiga Lidia, quien la asiste en su pequeña estufa para evitar quemaduras. Además, una dificultad que enfrenta todos los días es el cruce peatonal, ya que los semáforos no cuentan con la señalización adecuada y eso impide que su cruce sea seguro.


En Lima Metropolitana, la accesibilidad para las personas con discapacidad visual enfrenta desafíos significativos, particularmente en lo que respecta a la infraestructura de semáforos auditivos. En el país, 1.5 millones de personas sufren de discapacidad visual, de las cuales el 63% reside en la capital según el registro del Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis) en su censo más reciente en el año 2017.


Las cifras de personas que sufren de discapacidad visual que habitan en Lima, es importante para conocer cuántos semáforos auditivos se encuentran habilitados para la asistencia de quienes más lo necesitan como Olinda y muchos más.

En enero de 2023, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) junto a la Municipalidad de Lima (MML), invirtieron 26 millones de soles para instalar 275 semáforos auditivos en la capital. Sin embargo, este año se han registrado 19 semáforos inoperativos en los distritos de Lince, Independencia y Comas.


Además, según el portal de información de la Municipalidad, solo se han instalado 82 semáforos, lo que representa que se instalaron 193 semáforos menos de los inicialmente anunciados.

Aunque existen innovaciones y esfuerzos para mejorar esta situación, como los sistemas inteligentes de semáforos, como Seboot y Passblue, que buscan mejorar la autonomía y seguridad de los peatones con discapacidad visual mediante señales acústicas activadas por dispositivos móviles o control remoto, la implementación de estas tecnologías es limitada.


Iniciativa a medias


En algunos distritos, se han adaptado semáforos para incluir funcionalidades que asisten a personas con discapacidad visual. Por ejemplo, en las avenidas Brasil con Jirón Don Bosco y Avenida Brasil con Jirón Castrovirreyna en el distrito de Breña y Jesús María, han implementado placas braille y repetidores acústicos en los semáforos para mejorar la accesibilidad y brindar una cómoda lectura y percepción auditiva al peatón, demostrando un avance en la infraestructura urbana que podría servir de modelo para otras áreas en Lima Metropolitana. Asimismo, el modelo se replicó en las vías República de Panamá con Canaval y Moreyra y en Tomás Marsano con la avenida Caminos del Inca, ubicados en San Isidro y Surco.


Sin embargo, la cobertura de semáforos equipados con estas tecnologías no es uniforme ni extensiva. Muchos semáforos todavía carecen de señales acústicas adecuadas en diferentes distritos de la capital, y hay reportes de que algunos dispositivos existentes están dañados o han sido manipulados, reduciendo su eficacia. En diciembre de 2022, se realizó la entrega de 19 cruces con semáforos asistidos, previstos en el proyecto del segundo tramo del corredor del Metropolitano que conecta los distritos de Independencia y Carabayllo. Sin embargo, en el mes de enero del año pasado, fueron denunciados el robo de siete semáforos y se reportó que estos operaban al 63% de su capacidad. A pesar de ello, en febrero, continuaron los robos y la capacidad operativa se redujo al 31%, según lo informó el ingeniero Julio Silva, representante de la Municipalidad de Comas.


¿Inclusión o careta?

El entorno urbano general de Lima sigue presentando barreras significativas para las personas con discapacidad visual. Las calles de la capital a menudo carecen de rampas adecuadas, baldosas podotáctiles y otras formas de asistencia necesarias para la navegación segura y autónoma de los peatones.


Estos factores subrayan la importancia de continuar invirtiendo en tecnología e infraestructura, así como de mantener y supervisar las instalaciones existentes para asegurar que sigan siendo útiles y efectivas. La expansión y el correcto mantenimiento de semáforos accesibles no solo beneficiaría a las personas con discapacidad visual, sino que también contribuiría a la inclusión y accesibilidad general en la ciudad.


En un mundo ideal para Olinda Collazos, Lima sería accesible para todos sus habitantes sin excepción. Sin embargo, su realidad muestra que aún se encuentra lejos de este ideal, especialmente para las personas con discapacidad visual que afrontan diariamente calles de la ciudad con cruces destrozados y una señalización que dificulta un tránsito libre. La falta de semáforos auditivos no solo representa una barrera física, sino también un llamado a la reflexión sobre la inclusión y la equidad urbana. Las autoridades evidencian un estado precario en su rol de atender a las necesidades de los más vulnerables. Asimismo, el compromiso con el bienestar de todos los ciudadanos se encuentra cada vez más lejos de lo que realmente se busca. Olinda sueña con días en un camino color verde y florecedor, mientras que la realidad refleja un rojo cruel que frena sus metas y sueños.


Semáforo sonoro con tecnología asistida Passblue.


Escucha la transcripción aquí ▶


  • Redactado por: Diego Geldres Collazos


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